“El amplio número de personas a las que la Compañía atiende regular o esporádicamente, la multitud de profesionales y voluntarios que formamos parte de ella, y los nuevos retos y desafíos que la tecnología y los requerimientos normativos imponen, hacen necesario que articulemos diferentes mecanismos que determinen, de manera uniforme, cómo debe ser la actuación y el comportamiento de todas las personas que, de un modo u otro, prestamos servicios en la Compañía y/o en nombre ella.
Por consiguiente, se ha desarrollado e implementado un Sistema de Detección y Prevención de Delitos que tiene por objeto homogeneizar los mecanismos de control y previsión de conductas ilícitas y prácticas rechazadas en el seno de todos los Centros y Obras de la Compañía, y establecer en todas ellas una cultura de cumplimiento ético y normativo que mejore la atención a los más desfavorecidos y el cumplimiento de todos los fines previstos.
De esta forma garantizamos que la actuación de las Hermanas, profesionales y voluntarios sea siempre acorde con el Carisma y los principios y valores de la Compañía, ajena a cualquier conducta ilícita o cuestionable.
Todos tenemos una tarea fundamental en el logro de los objetivos planeados, de forma que su consecución únicamente será posible con la colaboración y el esfuerzo de todos.”
El Código Ético se configura como la norma a través de la cual la Compañía expresa públicamente sus principios y valores fundamentales, así como su compromiso de hacerlos realidad en todas las actividades que las Hermanas y el resto de profesionales y voluntarios realizamos diariamente para la consecución de los fines de la Compañía.
Estos principios y valores derivan de la propia naturaleza e identidad de la Compañía, recogidos en sus normas fundacionales, en sus Estatutos y demás normas de desarrollo, debiendo ser la guía de actuación de todos sus miembros y, a su vez, un objetivo en permanente cumplimiento.
El Código Ético asume así un papel fundamental en la correcta y eficaz consecución de estos fines y en el desarrollo de las actividades de la Compañía, siendo necesaria la colaboración de todos para su puesta en práctica efectiva.
En la Provincia España Norte de las Hijas de la Caridad reafirmamos nuestra condena de cualquier forma de abuso físico, emocional y/o espiritual y nos comprometemos a ser proactivos para logar los entornos seguros que deseamos para todos, especialmente para las personas más vulnerables como niños y ancianos. Condenamos cualquier indicio de abuso que atente contra el cuidado y respeto de la dignidad humana.
La creación de entornos seguros es un compromiso que, si bien nace para dar respuesta a situaciones de abuso, va mucho más allá. Esto implica generar y fomentar espacios, actividades y relaciones seguras en todas las Obras y Centros de la Provincia. Pues, queremos que en todos los espacios donde se desarrollan las actividades de la Compañía, cualquier persona se sienta segura. Buscamos generar una cultura de buen trato y cuidado.
Se crea el Canal Ético como un Sistema Interno de Información que la Compañía pone a disposición de las Hermanas, los profesionales, los voluntarios y el resto de colaboradores y terceros, para que puedan poner en conocimiento de la organización aquellos hechos delictivos, incumplimientos o irregularidades de los que tengan noticia.
Se velará en todo momento por preservar la confidencialidad del denunciante y la ausencia de cualquier tipo de represalia o consecuencia perjudicial para el mismo, así como por preservar todos los derechos que asisten a la persona denunciada.